viernes, agosto 11, 2006

El viento era esperanza


Buscando huellas en la arena, algún rastro de tu presencia en esta playa, pero no lo encontré... El mar había borrado las marcas de tus pies al andar por la orilla, igual que ahora borraba las mías.
Sólo el viento me traía susurros de esperanza en la tarde, ecos de tus palabras días antes por esta misma playa de Gijón. El viento era esperanza; el mar, olvido.
Elevé mis manos hasta formar una cruz a la altura del pecho. Estaba en el borde entre la arena y el agua. A la izquierda, la marea mojaba los dedos de mi pie descalzo. A la derecha, el diestro trazaba líneas en la arena que se fueron perfilando hasta desvelar tu nombre.
Cerré los ojos y me dejé caer de espaldas. Quise que el mar, que ahora mojaba la mitad de mi cuerpo con un suave movimiento de vaivén, me elevara sobre sí mismo y me arrastrara a su interior; quise desaparecer sin dejar más rastro que la huella de mi cuerpo sobre la arena, rastro que el mar se encargaría de borrar como había hecho con el tuyo, como hacía siempre...



miércoles, agosto 02, 2006

Verano pasado por agua

En un lugar de la costa cuyo nombre tengo demasiado presente para tratar de olvidarlo siquiera... yo me aburría mortalmente en mi casa mientras estudiaba para los exámenes de septiembre (matemáticas y matemáticas) y fuera llovía... y llovía... y sigue lloviendo... ¿Parará? De momento, no parece probable. Mañana bajo el Sella... si hace buen tiempo, naturalmente...
Gracias a todos los que comentasteis el post anterior...
Yo... sigo leyendo...