103... A lo bueno nos acostumbramos rápido

Porque allí no hay humo en los bares y los fumadores se dedican a su vicio en las terrazas en pleno invierno.
Porque aquí no puedo dormir sin tus abrazos y sin ese ruido que haces al dormir y que echo tanto de menos ahora que no estás.

Breve experiencia, pero inolvidable.
Y más el año que viene =)

102... De 17:30 a 18

[A veces necesitamos que algo nos recuerde lo que tenemos.]

Sentir ese cosquilleo de impaciancia cuando se acerca la hora. El primer tramo del intervalo en el que te das la vuelta cada cinco minutos (o menos) sólo para descubrir que la nueva sombra que atraviesa la biblioteca no eres tú (esta vez tampoco).
Pero me encanta esa sensación. Igual que me encanta saber que, cuando deje de mirar, aparecerás y me darás un beso en el cuello mientras te tomas tu tiempo para darme un abrazo por la espalda...

Ya sólo queda un día =)

101 - 19 minutos

19 minutos... y aún no sé lo que voy a escribir.
Se suponía que hoy iba a ser un gran día, que iba a haber una celebración: un cumpleaños así lo requiere, ¿no?
Las cosas no siempre salen según lo planeado. No, mejor dicho, no suelen salir según lo planeado. Y hoy era un día especial, porque los 30 estaban llegando, llamando a la puerta y buscando su oportunidad tras la rendija que asomaba tras tus ojos, tras los ojos en los que me pierdo cada vez que tengo ocasión.
Pero tras un mal día suele venir otro día, y este puede ser aún peor o mejor; suele ser mejor, porque tras un día del que se quiere olvidar todo, cualquier cosa que pase al siguiente será magnificada, por comparación, y proporcionará un mejor recuerdo. Incluso aunque no pasara nada en ese segundo día.
Pero hoy era tu cumpleaños... y hubo demasiados imprevistos...
Bueno, no importa: mañana será otro día... un día mucho mejor, sin tantas obligaciones a las que atarte; un día en el que puedas hacer lo que realmente quieras y obtengas el derecho a no coger el teléfono para hablar con nadie. Esos son los mejores días: los días normales, en los que te llaman y te pongo cara de niña y dijo "joooo" con tono llorica; los días en los que me miras como tú sabes mirarme y me pierdo en tus ojos, los ojos de alguien que, rozando la treintena, sigue siendo un niño, mi niño; los días en los que quedamos para estudiar y estudiarnos; los días que me coges la cabeza para darme un beso y consigues que se erice cada pelo de mi cuerpo.
Todos esos días te quiero más que a nada. Pero los días como hoy: los días que cumples años y todo va mal... esos días te quiero más todavía, porque lo necesitas, porque te hace falta el abrazo de alguien en quien sumergirte y olvidar un poco el resto del mundo en un portal en el que no deja de entrar y salir la gente.

Lo dicho... mañana será otro día. Y te prometo que será mejor.

Y ya sólo quedan 10 minutos ;)