domingo, marzo 08, 2009

¿Qué creéis vosotros?

Hoy os planteo una cuestión:
¿Creéis que el tiempo pone a cada uno en su lugar o que los malos siempre ganan en la vida real?

Quiero decir, todos sabemos que hay refranes como "Siembra tormentas y recogerás tempestades" y frases típicas del estilo de "El tiempo pone a cada uno en su lugar". Quieren decirnos que la gente buena, la que realiza buenas acciones, acaba consiguiendo algo, que entre ella y otra que se haya pasado la vida puteando a los demás, la que acabarán eligiendo es a ella. Yo creo que no, que nadie se ha hecho rico siendo amable con los demás ni sincero toda su vida. Los buenos acaban pareciendo débiles y los demás se aprovechan de ellos.
Obviamente, no soy una santa, he metido la pata en muchas ocasiones y no digo que yo sea una buena persona que no se merece lo que tiene/lo que le pasa. Eso quiero aclararlo. Pero me pregunto qué le pasará el día de mañana a la gente que no siente respeto por los demás, por los sentimientos de los que le rodean y son capaces de prácticamente cualquier cosa por pisotear al prójimo. ¿Cómo pueden algunos seguir mirando a la cara a alguien y mentirle? Todos hemos hecho eso con nuestros padres, con pequeñas o grandes cosas, pero... ¿a un amigo? A la familia no la elegimos, pero sí a la gente que queremos que nos rodee cuando estemos mal. ¿Por qué mentirles entonces? Si mentimos a una persona, ¿merecemos que esa misma persona nos mienta? Porque en ese caso cambiarán muchas cosas...
Es duro mirar atrás y ver con quiénes nos equivocamos. Es fácil no saber juzgar a la gente y no saber qué esperar de los demás. Es fácil sentirse decepcionado por alguien... igual que es fácil que nosotros lo decepcionemos a él. En el fondo, somos humanos. Podemos merecer otra segunda oportunidad si quieren dárnosla... pero, ¿cómo sabemos si dar esa oportunidad a otra persona? ¿Cuánto tardaremos en ver si nos hemos equivocado al negársela? ¿Cuántas debemos dar?

"Hoy estoy borroso y el cristal no está empañado..."

viernes, marzo 06, 2009

Gente

Hay gente que, para no salir mal parada, tiene que mentir. Porque si dijera cómo fueron realmente las cosas se quedaría sola. Y cuando el resto del mundo se entera de por qué los demás de golpe han empezado a mirarlos raro... hay algo que se rompe definitivamente.
Sabes cómo fueron realmente los acontecimientos. Hay pruebas que lo demuestran. ¿Para qué liarte y liar a los demás? Que seas muy... (No encuentro el botón de "tachar") No, que te vaya bien en tu nueva vida.
Qué mala es la envidia.


Por última vez: NO SON CELOS.


Ayer fue un día genial =) No podía haber sido mejor... bueno, sí, faltaste tú...

martes, marzo 03, 2009

Quizá... primera parte

Sé que debería escribir más a menudo por aquí. Pero es que no encuentro el momento ni la inspiración necesarios para ello. Sólo quiero decir que ahora mismo soy muy feliz, que no me olvido de vosotros y os sigo a diario ;)
Y aquí va otro... Un primer fragmento de una historia terminada =)

Quizá todo fue porque la estrella se volvió humana. Perdió su fuerza, sus ganas… No quiso seguir adelante, sino tan sólo quedarse con lo bonito, con lo que sus ojos habían visto arriba, en el cielo.
Y el tiempo fue pasando, cambiando su percepción de las cosas, pero ella no cambió. Guardó sus sentimientos en una caja y la enterró en lo más profundo de su corazón para poder seguir sonriendo. Y así fue hasta que un día, con el ir y venir de las olas, la tapa salió de nuevo a la luz y, finalmente, por alguna razón desconocida, su contenido quedó a la vista.
Quizá todo ocurrió porque la estrella se volvió humana y quiso olvidar, pero a la vez recordarlo todo; quizá se contradijo para no sentirse culpable, o a lo mejor se inventó una nueva realidad porque no quiso estar sola.
Aquella nueva situación funcionó por un tiempo, pero, como todo, al final se estropeó: al mundo feliz que había imaginado no tardaron en salirle grietas, y tuvo que buscar a alguien que las tapara. Ese fue Primero. Y, cuando se fue y las grietas se convirtieron en abismos, tuvo que humillarse y volver a por él. Pero no se dio cuenta hasta que vio por primera vez a Segundo...
(continuará...)